La pandemia en sí representó un gran reto para nosotros, pero el regreso a nuestras actividades bajo la nueva normalidad nos obliga nuevamente a salir a las calles, estar de manera física en la academia, cuando los recursos tecnológicos de cierto modo nos facilitaron gestiones que en la época prepandemia ni siquiera hubieran pasado por nuestra mente.
Ahora y con este nuevo número de la Revista, nos corresponde compaginar las ventajas y las desventajas, lo aprendido y lo que nos hace falta por aprender, de estas dos modalidades: la vida presencial y la vida a distancia. Volver presencialmente a la universidad tras dos años de estar lejos de ella generó en la comunidad académica un impulso por crear y difundir conocimiento; si bien durante el tiempo de pandemia estas actividades no se detuvieron, ahora se realizan con nuevos ánimos, ejemplo de ello son los trabajos que componen este número de la Revista, mismos que me permito presentarles: